La Ley 1209 de 2.008 estableció en Colombia las normas de salubridad y seguridad para las piscinas. Es así que esta normatividad establece algunas exigencias tales como: cerramientos, detectores de inmersión, tener cubiertas antitrampamientos, las piscinas no deben estar diseñadas con túneles o conductos que se comuniquen entre ellas, tener botiquín de primeros auxilios, flotadores circulares con cuerda y un bastón con gancho, citófono para llamadas de emergencia, señalizaciones que identifiquen las diferentes profundidades de la piscina. Como control preventivo se establece que todo menor de 12 años debe ir acompañado de un adulto responsable y contar con personal de salvavidas. A nivel sanitario, se obliga a implementar controles de seguimiento y mantenimiento de las aguas de las piscinas.
El incumplimiento de estas normas conlleva sanciones que inician con requerimientos y pueden terminar con el cierre de la piscina, así como multas que llegan a los 1.500 salarios mínimos legales mensuales.
Esta ley que nace con posterioridad a la muerte de un menor en un hotel de Cartagena, requiere para su aplicabilidad que se encuentre reglamentada por las autoridades municipales, aspecto que muy pocos municipios en el país han cumplido, pero sí se ha fomentado su control al criterio individual de cada funcionario municipal; por ejemplo en Floridablanca, sólo 34 piscinas han sido legalizadas por el municipio ante el cumplimiento de todas las observancias exigidas por la norma, faltando 172 piscinas por legalizar.
Somos conscientes de que es una labor del Estado velar por la integridad de sus ciudadanos, que es función de las Alcaldías fomentar estas normas de seguridad y salubridad; pero tanto requisito legal ha llevado a incrementar las cuotas de administración, volviendo imposible la conservación y mantenimiento de las piscinas por parte de los Conjuntos Residenciales debido a la cantidad de requisitos y costos que éstas generan. La ley convirtió una actividad recreativa en una actividad de alto riesgo y peligrosa que es necesario perseguir, llevándola a su extinción. Es bueno crear normas de seguridad para la protección de los conciudadanos, pero exagerar sobre ellas es acabar con sus libertades.
Publicada por
Ramiro Serrano